Y entonces volví. Cuando ya nadie esperaba algo así, cansados los espectadores de un amago y otro y otro. Volví y parecía que nada nos hubiese atropellado, y el pasado se veía a través de un filtro que también atenuaba el presente. Y volví a sentirme fuera de sitio, pero ahora sabía que no había dónde huir, ni fuerza para intentarlo. Así que siéntate a mi lado, y a ver quién ve pasar antes el cadáver del otro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario